Es un seguro que ampara a agricultores y ganaderos frente a la ocurrencia de diversos riesgos propios de su labor, que sean ajenos a su voluntad, y que afecten el rendimiento de sus cultivos, produzcan la muerte de las plantas o de los animales y les generen pérdidas económicas.

El seguro garantiza una indemnización al productor cuando se presenten riesgos climáticos, tales como heladas, vientos fuertes, avalanchas y deslizamientos (de origen climático), lluvias excesivas, inundaciones, granizadas o sequías, que generen daños o pérdidas de producción a los cultivos o afectación al ganado